lunes, 16 de junio de 2014

Presentación

Mira que me lo dijeron hace años: "Yo que tú haría un blog, no seas perro..." tal y tal. Pues no, me he venido negando desde que supe que existían hará ya unos 15 años, lo menos.
Me metí en esto de internet en diciembre de 1995, pero en aquella época apenas había unas pocas webs personales salchicheras, aunque lo cierto es que los contenidos tenían un nivel de calidad bastante más alto que el actual (si no lo digo reviento), síii encerio ... arrgh! en serio. ¿Lo ven? a eso me refería. Me contamino por momentos de tanto leer comentarios de advenedizos metidos a críticos de sofá, en todo tipo de lugares. Hay de todo desde luego y si no estás dispuesto a aceptar que todo quisque tiene derecho a opinar (y a respirar el oxigeno del planeta que todavía es gratis aunque no sé por cuanto tiempo) serás
lapidado por un sistema que le da una importancia extraordinaria a lo aparente. De eso ya iré hablando en próximas entradas, pero a lo que iba es que en casi 20 años rondando por este mundo virtual, he sido testigo de la transformación de esta sorprendente revolución que en su día comparaban con la invención de la imprenta por Gutenberg y no sin razón.
Debo reconocer que pertenezco a una rara especie con un nivel medio-alto de frikismo (me hice un test una vez y me dio un índice preocupante, por eso lo digo) y en esos finales del siglo pasado pasé unos momentos inolvidables al frente de la pantalla con el mIRC, el Netscape, el Eudora, las news... ¿Cómo se llamaba el programa? Free Agent, creo. 
Conocí gente extraordinaria, hasta nos enamoramos a distancia con una cyberamiga a tal punto que fuimos a parar a Miami invitados por Televisa. Al final cada uno hizo su vida, pero curiosamente estamos agregados en el putofeisbuk. De esa época conservo unos pocos, otros se perdieron en la inmensa marea cibernética y quién sabe si me volveré a encontrar con alguno de ellos. La red como se sabe es un fiel reflejo de la vida misma para lo bueno y lo no tan bueno. También hice una página de Les Luthiers por amor al arte que increíblemente aún está viva e incluso gugle ¡La tiene bien posicionada!
Así que ahora me he decidido. Pero por razones inconfesables, oscuros intereses y esas cosas; nada que valga la pena airear. En todo caso ya se encargará la prensa amarilla cuando me haga rico y poderoso (necesito un icono de esos con una lengua, no lo encuentro).
Cuando era un adolescente masturbador, aparte de querer hacer realidad las clásicas fantasías   y malgastar las energías pensando en cómo podía hacerlo sin morir en el intento   también tenía tiempo (no excesivo) para pensar en escribir un libro. Se iba a llamar "Con los pendoleibols al aire", pero al fin el proyecto fue aparcado y superado por el paso de los años.
Este blog pretende ser un homeneaje a esa época, recién comenzada la feliz y creativa década de los 80. Más allá de dejar de lado todo tipo de tibiezas, me dedicaré a lo que me gusta: denunciar conspiraciones, corrupciones, miserias sociales, hablar de extraterrestes (los hay muy cabrones, se infiltran en todas partes y los más psicópatas se encuentran ocupando altos cargos en el Estado, instituciones civiles, militares y eclesiásticas, multinacionales de todos los sectores, etc.), informática, tecnología, ciencia, música, activismo, política, religión, arqueología... lo que me vaya saliendo. Después de todo hace muchos años que tengo asumida mi condición de aprendiz de todo y maestro de nada. 
Como decía al principio, los advenedizos y críticos de sofá también tenemos derecho a opinar. Y todavía no me han pasado una factura por el consumo de oxígeno.

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